Corazón de misionero

Cada vez que me preguntaba, ¿cómo lograr hacer misiones de manera eficaz? intentaba buscar mil maneras de llegar a lugares lejanos, reunir recursos y convencer a las personas que me rodeaban de lo importante que era que yo pudiera llegar a aquellos lugares, y la hermosa manera en la cual Dios me usaría. Lamentablemente, estas ideas nunca llegaban a concretarse.
Hasta que un día Dios hablo a mi corazón y pude ver claramente una visión que El me mostro, un gran arado sobre un zurco profundo que reflejaba una tierra muy humeda pero de apariencia bastante reseca. Al final de ese gran zurco que se iba abriendo, podía ver una puerta gigante que se habría, hecha de una madera clara y brillante, cuando esta se abría, una luz resplandecía desde dentro.
¿Que era lo que esta visión quería demostrarme? pues, pude comprender claramente que no quedaba tiempo para seguir planeando formas de misionar o evangelizar, sólo había que levantarse y acudir al llamado de Dios. Es así, que sin recursos, sin planes muy solidos o repensados, comenzamos a viajar e ir donde nos invitasen a predicar el evangelio y apoyar a otros siervos en la obra de Dios.
Este año ha sido maravilloso, Dios ha confirmado nuestro ministerio y nos ha abierto puertas para seguir haciendo su obra, ¡gloria a Dios!
Así que manos a la obra, no hay tiempo que esperar, la venida de Cristo esta a las puertas. NO dudes en alistarte y predicar su palabra donde te sea posible o apoyar a aquellos que estan dispuestos a hacerlo.
Que Dios te bendiga!